Melanoma: descripción general

¿Qué es el melanoma?

El cáncer se produce cuando las células comienzan a mutar y a multiplicarse de manera descontrolada. Las células que mutan (anormales) crecen hasta formar un bulto o una masa llamada tumor. Las células cancerosas también pueden crecer en zonas cercanas (invadirlas). También pueden propagarse a otras partes del cuerpo. Este proceso se denomina metástasis.

El melanoma es un tipo grave de cáncer de piel. Comienza en las células de la piel llamadas melanocitos. Son las células que le dan color a la piel. El melanoma es mucho menos frecuente que otros tipos de cáncer de piel que empiezan en las células de la piel. Pero es más probable que se propague a otras partes del cuerpo.

El melanoma puede ocurrir en cualquier parte de la piel. Se encuentra con más frecuencia en las partes expuestas al sol. En general, los hombres lo tienen entre los hombros y las caderas. También pueden tenerlo en la cabeza o el cuello. En general, las mujeres lo tienen en los brazos y la parte baja de las piernas. A veces, el melanoma empieza en la piel que no se expone nunca al sol, como la boca, los genitales y el ano. Incluso puede empezar en el ojo, debajo de una uña y en la nariz y en los senos paranasales.

¿Quiénes están en riesgo de tener melanoma?

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de tener una enfermedad. A veces, es posible que no se pueda determinar la causa exacta de un cáncer. Pero los factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de su aparición. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar.

Los factores de riesgo más comunes de melanoma incluyen los siguientes:

  • Mucho tiempo de exposición al sol

  • Uso de camas o cabinas de bronceado y lámparas solares

  • Muchos lunares o lunares poco comunes

  • Piel blanca, ojos azules, pecas o pelo claro

  • Antecedentes familiares de melanoma

  • Determinadas alteraciones genéticas y afecciones hereditarias, como xerodermia pigmentosa, síndrome de Li-Fraumeni y síndromes de cáncer hereditario de mama y ovario

  • Antecedentes de cáncer de piel (de cualquier tipo)

  • Sistema inmunitario debilitado

Hable con el proveedor de atención médica sobre sus factores de riesgo de tener melanoma y pregúntele qué puede hacer al respecto.

¿Se puede prevenir el melanoma?

No hay una forma segura de prevenir el melanoma, pero hay cosas que puede hacer para reducir el riesgo de contraerlo, como las siguientes:

  • Usar protector solar de amplio espectro con factor de protección 30 o superior

  • No usar camas o cabinas de bronceado y lámparas solares

  • Protegerse del sol. Limitar el tiempo al sol cuando los rayos ultravioletas son más fuertes, entre las 10 a. m. y las 4 p. m.

  • Usar lentes de sol que tengan protección UVA/UVB del 100 %

  • Usar ropa para proteger la cara y cubrir el cuerpo

  • Hacerse controles frecuentes de la piel

Los autoexámenes frecuentes de la piel pueden ayudar a detectar el cáncer de piel temprano, cuando todavía es más pequeño y fácil de tratar. Sepa cuál es el aspecto de su piel y sus lunares. Hable con el proveedor de atención médica acerca de cualquier cambio, como bultos, manchas u otras marcas en la piel.

¿Cuáles son los síntomas del melanoma?

El primer síntoma del melanoma suele ser un cambio en un lunar o la aparición de un lunar nuevo. La regla "ABCDE" sirve para distinguir un lunar normal de otro que podría ser un melanoma. La regla es así:

  • Asimetría. Una mitad del lunar es distinta de la otra mitad.

  • Bordes irregulares. Los bordes del lunar son desiguales o irregulares.

  • Color. El lunar tiene distintos colores. Puede ser tostado, marrón, negro, rojo o de otros colores. O puede tener zonas que parece que se decoloraron.

  • Diámetro. El lunar mide más de 6 milímetros o ¼ de pulgada de diámetro, el tamaño del borrador de un lápiz. Aunque algunos melanomas pueden ser más pequeños.

  • Evolución. Un lunar cambia de tamaño, forma o color.

Otros síntomas de un posible melanoma son los siguientes:

  • Un lunar que duele, pica o está irritado

  • Un lunar que supura, sangra o forma una costra

  • Un lunar que luce distinto de otros lunares

  • Una llaga que no sana

  • Un lunar o una llaga que se enrojece o se inflama en los bordes o en la zona circundante

Otros problemas de salud pueden causar muchos de estos síntomas. Aun así, si tiene estos síntomas, es importante que consulte al proveedor de atención médica. Solo un proveedor de atención médica puede determinar si tiene cáncer.

¿Cómo se diagnostica el melanoma?

Si el proveedor de atención médica considera que podría tener melanoma, deberá hacerse determinados exámenes y pruebas. Le preguntará acerca de su historia clínica, de los síntomas, de los factores de riesgo y si tiene antecedentes familiares de la enfermedad. También le hará una exploración física y de la piel. Puede que también le hagan una biopsia.

Una biopsia es la única forma de confirmar si tiene cáncer. Se toman trozos pequeños del lunar cambiado y se los envía a un laboratorio. Luego se los analiza para detectar la presencia de células cancerosas. Pregunte al equipo de atención médica cuándo obtendrá los resultados.

Después del diagnóstico de melanoma, tendrá que hacerse más pruebas. Estas pruebas permiten que los proveedores de atención médica obtengan más información sobre el cáncer y su salud general. Se las usa para determinar el estadio del cáncer. El estadio se refiere a la cantidad de cáncer y el grado de propagación (metástasis) en el cuerpo. Es uno de los factores más importantes a la hora de tomar una decisión con respecto al tratamiento.

Una vez que se identifique el estadio del cáncer, el proveedor le dirá qué tipo de tratamiento tendrá que realizar. Asegúrese de pedirle al proveedor de atención médica que le dé detalles del cáncer de una manera que usted pueda comprender.

¿Cómo se trata el melanoma?

Las opciones de tratamiento dependen del tamaño, de la ubicación y del estadio del melanoma. El objetivo del tratamiento podría ser curar o controlar el cáncer o mitigar los problemas causados por este. Hable con el equipo de atención médica sobre sus opciones de tratamiento, los objetivos del tratamiento y cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios. Otros aspectos que deben considerarse son si el cáncer puede extirparse con cirugía, cuál será el aspecto del cuerpo después del tratamiento y el estado general de salud.

El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Los tratamientos localizados permiten eliminar, destruir o controlar las células cancerosas en una zona determinada. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados. La cirugía es la forma más común de tratar el melanoma. El tratamiento sistémico se utiliza para destruir o controlar las células cancerosas que pueden haberse propagado por el cuerpo. La quimioterapia y la terapia dirigida son tratamientos sistémicos cuando se administran en pastillas o en inyecciones. Solo recibe un tratamiento o una combinación de tratamientos.

El melanoma puede tratarse con lo siguiente:

  • Cirugía

  • Radioterapia

  • Quimioterapia

  • Inmunoterapia

  • Terapia dirigida

Hable con el proveedor sobre todas sus inquietudes antes de tomar una decisión.

¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?

La cirugía para eliminar el melanoma siempre resulta en una cicatriz. Hable con el proveedor de atención médica sobre el tamaño y el tipo de cicatriz que podría tener.

Los tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia y la quimioterapia, pueden dañar las células normales. En consecuencia, puede haber efectos secundarios, como pérdida de pelo, llagas en la boca y vómitos.

Hable con el proveedor sobre los efectos secundarios asociados con el tratamiento. Suele haber formas de controlarlos. Tal vez haya medidas que puedan tomarse y medicamentos que puedan administrarse para prevenir muchos de los efectos secundarios del tratamiento o mantenerlos bajo control.

Cómo lidiar con el melanoma

Muchas personas se sienten preocupadas, tristes y estresadas cuando les diagnostican un cáncer. Recibir tratamiento para el cáncer puede ser difícil para el cuerpo y la mente. Hable con el equipo de atención médica acerca de cualquier problema o inquietud que pueda tener. Colaboren para mitigar las consecuencias del cáncer y los síntomas en la vida diaria.

Algunos consejos:

  • Hable con sus amigos o familiares.

  • Pida ayuda a su equipo de atención médica o a un trabajador social.

  • Consulte con un consejero.

  • Hable con un asesor espiritual, como un pastor o un rabino.

  • Pregúntele a su equipo de atención médica acerca de los medicamentos para la ansiedad o la depresión.

  • Mantenga una vida social activa.

  • Únase a un grupo de apoyo para el cáncer presencial o virtual.

El tratamiento contra el cáncer también puede afectar el cuerpo de manera significativa. Para mantenerse sano, haga lo siguiente:

  • Lleve una alimentación saludable, con la mayor cantidad posible de alimentos con proteínas.

  • Beba mucha agua, jugos de frutas y otros líquidos.

  • Haga ejercicio físico.

  • Descanse lo necesario.

  • Hable con el equipo de atención médica acerca de las maneras de controlar los efectos secundarios del tratamiento.

  • Adminístrese los medicamentos tal como se lo haya indicado el equipo.

¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?

El proveedor de atención médica le indicará cuándo debe llamar. Le dirán que llame si presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Síntomas nuevos o que empeoran

  • Signos de infección, como fiebre

  • Efectos secundarios del tratamiento que afectan la función diaria o que no mejoran con el tratamiento

Pregunte al proveedor a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.

Próximos pasos

Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:

  • Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.

  • En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.

  • Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas, sobre todo después del horario de atención o durante los fines de semana.

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