Cáncer de mama: resonancia magnética y detección temprana
Muchos expertos creen que las mamografías salvan vidas. No obstante, algunos proveedores de atención médica afirman que las mamografías no son suficientes para ciertas personas de alto riesgo de cáncer de mama. En algunos estudios, se sugiere que las resonancias magnéticas pueden mejorar la detección temprana del cáncer de mama en personas de alto riesgo.
Pautas de detección vigentes para mujeres de alto riesgo
Según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, usted tiene un alto riesgo de padecer cáncer de mama si alguna de las siguientes situaciones es cierta en su caso:
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Tiene un padre/madre, hermano, hermana o hijo/a (un familiar de primer grado) con una mutación conocida en el gen BRCA1 o BRCA2. Pero usted no se hizo pruebas genéticas.
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Su prueba dio positivo para alteraciones genéticas, lo que aumenta el riesgo de cáncer de mama. Estas son las mutaciones BRCA1 o BRCA2.
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El proveedor de atención médica estima que usted tiene un riesgo de por vida del 20 % al 25 % o más de padecer cáncer de mama. Esto se basa en herramientas de evaluación de riesgos basadas principalmente en sus antecedentes familiares.
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Recibió radioterapia en el tórax cuando tenía entre 10 y 30 años.
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Tiene el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Cowden o el síndrome de Bannayan-Riley-Ruvalcaba. O un familiar de primer grado tiene uno de estos síndromes.
Si es una persona de alto riesgo de cáncer de mama, debe preguntarle al proveedor de atención médica si debe hacerse pruebas de detección con mayor frecuencia, que incluyen varias pruebas, desde una edad más temprana. El objetivo de las pruebas de detección del cáncer de mama es detectar la presencia de cáncer en personas que no presentan ningún síntoma. Para las personas de alto riesgo, algunos expertos recomiendan una exploración clínica de las mamas cada 1 a 3 años y una mamografía anual a partir de los 30 años aproximadamente. Las personas de alto riesgo también deben conocer bien sus mamas. Es decir, tener una idea de lo que es normal en sus mamas para poder notar cambios en la apariencia o al tacto y consultar a un proveedor de atención médica de inmediato. La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer recomienda que las personas que se conoce que tienen un alto riesgo se hagan una resonancia magnética de las mamas y una mamografía todos los años, a partir de los 30 años.
Cómo funcionan las resonancias magnéticas
En lugar de los rayos X que se usan en una mamografía, en una resonancia magnética se utilizan imanes, ondas de radio y una computadora para crear muchas imágenes detalladas del interior de la mama. Es posible que le coloquen una sustancia llamada agente de contraste en una vena de la mano o del brazo. Esto permite tener un mejor contraste entre el tejido de las mamas y los posibles tumores.
Mediante las resonancias magnéticas, se pueden detectar tumores que son demasiado pequeños para palparlos y es posible que no se puedan observar en una mamografía. Sin embargo, en una resonancia magnética, se pueden pasar por alto algunos cánceres que se detectarían en una mamografía. Por eso, es importante que las personas de alto riesgo se hagan ambas pruebas.
Una de las razones por las que se pueden detectar estos tumores mediante las resonancias magnéticas es que las personas de alto riesgo tienden a ser más jóvenes y tener mamas más densas. Esto significa que la mama tiene menos grasa y más tejido conjuntivo fibroso, que puede bloquear los rayos X durante una mamografía. Una resonancia magnética no se ve afectada por un tejido mamario denso y fibroso.
Riesgos de las resonancias magnéticas
Es importante poner en la balanza los pros y los contras de las resonancias magnéticas para determinados grupos de personas de alto riesgo. Los siguientes son algunos de los riesgos:
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Las resonancias magnéticas pueden tener un alto índice de falsos positivos. Un falso positivo significa que parece cáncer, pero no lo es. Las resonancias magnéticas son más sensibles. Esto significa que es más probable que se detecten alteraciones en los tejidos que resulten no ser cáncer. Como consecuencia, implica hacer más pruebas para determinar si el área alterada es efectivamente cáncer. Estas pruebas pueden incluir otra resonancia magnética, otras pruebas o biopsias.
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Las resonancias magnéticas pueden ser costosas. Para interpretar las imágenes, se requiere de un equipo especial de resonancia magnética mamaria y un radiólogo capacitado en imágenes mamarias. Las posibles pruebas de seguimiento o biopsias aumentan los costos.
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Las personas pueden tener una reacción alérgica al contraste. En casos poco frecuentes, el agente de contraste que se inyecta antes de una resonancia magnética puede provocar una reacción alérgica.
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A algunas personas, la máquina de resonancia magnética les resulta incómoda. La máquina de resonancia magnética estrecha con forma de tubo puede causar ansiedad y malestar, especialmente en personas claustrofóbicas. Algunas personas también se sienten nerviosas por recibir una inyección con el agente de contraste.
Antes de la resonancia magnética
Informe al proveedor de atención médica o al técnico que lleva a cabo la prueba lo siguiente:
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Alguna vez se hizo una prueba de diagnóstico por imágenes, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada con contraste
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Es alérgico a los agentes de contraste o a algún medicamento
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Tiene problemas de salud graves, como diabetes o enfermedad renal
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Está embarazada o puede estar embarazada; o está amamantando
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Tiene algún dispositivo implantado en el cuerpo, como un marcapasos, un desfibrilador automático implantable (DAI), clips o clavijas metálicas
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Tiene miedo a los espacios pequeños y cerrados (claustrofobia)
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