Conozca las opciones de tratamiento

Es posible que tenga preguntas e inquietudes sobre las opciones de tratamiento. Quizás también quiera saber cómo se sentirá y cómo estará durante el tratamiento y después de este, así como los cambios que tendrá que hacer a sus actividades normales.

El proveedor de atención médica es la persona ideal para responder sus preguntas. Le pueden decir cuáles son sus opciones de tratamiento, cuán exitosas se espera que sean y cuáles son los riesgos y los efectos secundarios. Es posible que el proveedor de atención médica le recomiende un tratamiento específico. O quizás le ofrezca más de uno y le pida que decida cuál quiere recibir.

Puede recibir un solo tratamiento o una combinación de tratamientos.

En algunos casos, es posible que elija no hacerse ningún tratamiento. Esta es una opción razonable en pacientes ancianos o frágiles que no tienen síntomas. Asegúrese de analizar los riesgos de esa decisión con el proveedor de atención médica antes de rechazar el tratamiento.

Tipos de tratamiento para el cáncer de piel no melanoma

Cirugía

La cirugía es un tratamiento común para el cáncer de piel no melanoma. Se usa en la mayoría de los casos cuando el cáncer todavía se encuentra en una fase temprana. Muchos tipos de cáncer de piel pueden extirparse con facilidad y solo se necesita una cirugía menor. Otros pueden requerir una cirugía más importante. Las opciones de cirugía incluyen las siguientes:

• Escisión simple. Se hace para cortar el cáncer de la piel con un bisturí, junto parte del tejido sano que lo rodea (los bordes del tejido se llaman márgenes quirúrgicos).

• Legrado y electrodisección. El cirujano raspa el tumor de la piel con un instrumento afilado en forma de cuchara llamado cureta. Luego, usa un electrodo en forma de aguja para detener el sangrado y eliminar las células cancerosas que puedan haber quedado en los bordes de la herida.

• Cirugía de Mohs. En este procedimiento, se extirpa el cáncer y la menor cantidad de tejido normal posible. Se hace en zonas sensibles, como la cabeza, la cara o las manos. Durante esta cirugía, el cirujano extirpa una capa fina de piel que contiene el cáncer y, luego, con un microscopio, se asegura de que no queden células cancerosas. Si se observan células cancerosas, se extirpa otra capa de piel. Esto se repite hasta que se haya extirpado todo el cáncer.

• Criocirugía. En este procedimiento se usa un líquido extremadamente frío, como nitrógeno líquido, o una herramienta llamada criosonda, para congelar el tejido y destruir las células cancerosas.

• Tratamiento con láser. El cirujano usa un haz fino de luz intensa para quemar las células cancerosas.

Quimioterapia

La quimioterapia se hace con medicamentos. En el cáncer de piel no melanoma, la mayoría de las veces, la quimioterapia se administra sobre la piel usando un medicamento tópico potente para destruir las células cancerosas. El cáncer de células basales no suele propagarse y no se suelen usar medicamentos intravenosos ni orales. El cáncer de células escamosas a veces se propaga. Si eso pasa, podrán darle medicamentos por vía intravenosa u oral. La quimioterapia se puede administrar junto con la radioterapia o sola.

Terapia dirigida

La terapia dirigida también se hace con medicamentos, pero funciona de una manera distinta a la de la quimioterapia. También pueden tener otros efectos secundarios. Con los medicamentos, se apunta a partes específicas de las células cancerosas. En casos poco frecuentes de cáncer de células basales localmente avanzado o cuando no pueden usarse la cirugía ni la radioterapia, el cáncer de células basales puede tratarse con un medicamento dirigido, como los medicamentos orales llamados vismodegib o sonidegib. El cáncer de piel de células escamosas puede tratarse con terapia dirigida, por ejemplo, con un medicamento receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por su sigla en inglés), para evitar el crecimiento de las células cancerosas.

Radioterapia

En la radioterapia se usan rayos X de alta potencia u otras fuentes de radiación. La finalidad de este tratamiento es destruir las células cancerosas. En algunos casos, se usa este tratamiento en lugar de la cirugía. También se puede usar para eliminar cualquier célula cancerosa que haya quedado después de la cirugía. La radioterapia no es invasiva (no se necesita cortar la piel), pero suele requerir muchos tratamientos y no es tan fiable como otras opciones de tratamiento. La quimioterapia puede usarse con la radioterapia para algunos tipos de cáncer de piel de células escamosas.

Fototerapia dinámica

El objetivo de este tratamiento es destruir las células en la zona donde está el cáncer usando un medicamento que sensibiliza esas células para tratarlas con una luz láser especial. Así, es menor el daño al tejido sano. En ocasiones, se usa esta terapia para el cáncer de piel no melanoma o para los casos de precáncer. Si necesita más información, pregúntele al proveedor de atención médica acerca de esta terapia.

Inmunoterapia

Este tipo de terapia se hace con medicamentos. En estos medicamentos, se usan sustancias químicas que estimulan el sistema inmunitario. Gracias al medicamento, las defensas inmunitarias del cuerpo atacan las células cancerosas. Los tratamientos pueden administrarse en forma de crema tópica que se aplica sobre el tumor, como el imiquimod para los casos de cáncer de piel superficial de células basales. Los medicamentos que actúan sobre los receptores PD-1 de las células cancerosas son un tipo de inhibidor del punto de control inmunitario y se pueden usar en algunos tipos de cáncer de piel de células escamosas o basales.

Ensayos clínicos de tratamientos nuevos

Los investigadores siempre buscan formas nuevas de tratar el cáncer. Estos métodos nuevos se prueban en ensayos clínicos. Hable con el proveedor de atención médica para saber si hay algún ensayo clínico que deba tener en cuenta.

Consulte al proveedor de atención médica

Al comienzo, pensar en las opciones de tratamiento puede parecer abrumador. Hable con los proveedores de atención médica, enfermeros y seres queridos. Haga una lista de preguntas. Piense acerca de los beneficios y los posibles efectos secundarios de cada opción. Analice todas sus preocupaciones con el proveedor de atención médica antes de tomar una decisión.