La vida después del cáncer: la neuropatía periférica

El conjunto de todos los nervios fuera del cerebro y de la médula espinal se llama sistema nervioso periférico. (Los nervios que están en el cerebro y en la médula espinal se denominan sistema nervioso central o SNC). Los nervios periféricos transportan información entre el SNC y el resto del cuerpo.

La neuropatía periférica se produce a raíz del daño a los nervios periféricos. Es un efecto secundario frecuente de muchos medicamentos para la quimioterapia. Quizás escuche el nombre neuropatía periférica inducida por la quimioterapia (CIPN, por su sigla en inglés).

La neuropatía periférica puede causar dolor, entumecimiento, hormigueo, ardor y otros problemas en el cuerpo. A veces dura solo poco tiempo después del tratamiento del cáncer. Puede mejorar a medida que los nervios se curan con el tiempo. Pero, en algunas personas, puede durar meses e incluso años. Depende de la cantidad y del tipo de quimioterapia que reciba. También puede depender de la zona donde estaba el tumor y del tipo de radiación que recibió o de la cirugía que le hayan realizado. También se han relacionado otras afecciones de salud, como la diabetes o los problemas de tiroides, con la neuropatía periférica.

¿Qué causa la neuropatía periférica después del cáncer?

A veces, los tumores presionan los nervios o crecen dentro de ellos y los dañan. La cirugía y la radioterapia también pueden causar daños en los nervios y, así, derivar en una neuropatía periférica. Sin embargo, la causa más común es la quimioterapia. Algunos tipos de quimioterapia pueden dañar los nervios. Suele comenzar durante el tratamiento. La neuropatía periférica puede empeorar a medida que el tratamiento avanza.                                   

Los síntomas de la neuropatía periférica después del cáncer

Los síntomas dependen de qué nervios se dañaron. Entre los síntomas más comunes, se encuentran los siguientes:

  • Hormigueo

  • Dolor que pincha (como clavos y pinchazos)

  • Dolor agudo y punzante

  • Ardor

  • Entumecimiento

  • Debilidad

Los síntomas suelen comenzar en los dedos y, luego, se trasladan a las manos y los pies. Con el tiempo, alcanzan los tobillos, las piernas y los brazos. Pueden empeorar al tocar algo o al usar guantes o zapatos.

Otros síntomas:

  • Más sensibilidad al frío, al calor y al tacto

  • Dificultades para sentir el calor y el frío

  • Dificultades para usar los dedos, como problemas para escribir mensajes de texto, recoger objetos pequeños o abotonar una camisa

  • Sensación de pesadez o debilidad en las extremidades

  • Calambres musculares en las manos, los pies o ambos

  • Tropiezos o problemas con el equilibrio

  • Entumecimiento que dificulta determinar si tiene dolor

  • Dificultad para caminar

Si no se trata, con el tiempo, la neuropatía periférica puede producir lo siguiente:

  • Cambios en la sudoración

  • Dificultad para tragar

  • Problemas intestinales, como diarrea o estreñimiento

  • Problemas en la vejiga

  • Trastornos sexuales

Tratamiento de la neuropatía periférica

La neuropatía periférica no se puede prevenir, pero sí se puede controlar. Lo mejor es comunicar la afección al equipo de atención médica de inmediato para que se pueda adaptar el tratamiento.

Los nervios sanan de a poco y es posible que la neuropatía periférica mejore con el tiempo después de que haya finalizado el tratamiento. Pero, en ocasiones, empeora.

La neuropatía periférica no se cura, pero el tratamiento puede ayudar. El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor de los nervios, como los siguientes:

  • Medicamentos anestésicos en forma de parche o crema para la piel

  • Duloxetina, un medicamento antidepresivo

  • Medicamentos anticonvulsivos

  • Opiáceos, como la codeína o la morfina, para el dolor intenso

Hay otros tipos de tratamiento:

  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET). Es una terapia en la que se usan corrientes eléctricas leves para aliviar algunos tipos de dolor. Puede comprar una unidad de ENET en la farmacia, pero primero hable con su proveedor de atención médica.

  • Acupuntura. En este tipo de terapia, se insertan agujas muy delgadas en zonas específicas de la piel. Las agujas se dejan por hasta 30 minutos y luego se retiran. Esto puede ayudar a aliviar el dolor en todo el cuerpo. Hable con su proveedor de atención médica para asegurarse de que sea seguro para usted hacer este tratamiento y a fin de buscar un terapeuta de acupuntura capacitado.

  • Hipnosis con fines terapéuticos. Un terapeuta capacitado puede enseñarle a alcanzar un estado de relajación que alivia el dolor. Su proveedor puede ayudarlo a encontrar un terapeuta capacitado y apto.

  • Visualización guiada. Este tipo de terapia se usa para crear imágenes en la mente a fin de disminuir la sensación de dolor. Puede hacerla en el hogar o en el trabajo. Hay muchos libros y sitios web con instrucciones sobre cómo realizar la visualización guiada.

  • Fisioterapia. En este tratamiento, se trabaja con un terapeuta capacitado para fortalecer partes del cuerpo y mejorar el equilibrio. Puede aprender a hacer actividad física de manera segura, lo que puede reducir el dolor.

  • Terapia ocupacional. Este tipo de terapia se concentra en ayudarlo a hacer actividades de la vida cotidiana. Algunos ejemplos son bañarse, vestirse, cocinar y otras tareas.

Cómo vivir con la neuropatía periférica

Hay cosas que puede hacer para controlar los síntomas que causa la neuropatía periférica. Por ejemplo:

  • No tome alcohol o limite su consumo. Puede empeorar el daño en los nervios.

  • Controle el nivel de azúcar en la sangre. Si tiene diabetes, asegúrese de tener el nivel de azúcar en la sangre bajo control. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden empeorar el daño en los nervios.

  • Evite las temperaturas altas o bajas. Tome duchas o baños tibios. Vístase según el clima para evitar que el calor o el frío empeoren los síntomas. Use guantes en el clima frío.

  • Coma bien. Intente comer carnes de res y productos lácteos con poca grasa. Priorice verduras, frutas y granos enteros.

El daño en los nervios significa que es menos probable que sienta una lesión y, por ello, puede tardar más en recuperarse. Deberá tener más cuidado para protegerse de las lesiones. Por ejemplo:

  • Examínese los pies todos los días. No ande descalzo. Asegúrese de usar zapatos que le calcen bien. Todos los días, controle que no haya ampollas, cortes ni otros problemas.

  • Asegúrese de que su casa sea segura. Coloque bases antideslizantes debajo de las alfombras. Baje la temperatura del calentador de agua para evitar quemaduras.

  • Prevenga las caídas. Use un andador o un bastón para mantener el equilibrio. Coloque pasamanos y alfombras antideslizantes en la tina o la ducha.

  • Protéjase las manos. Use guantes cuando limpie, trabaje en el jardín o cocine. Tenga más cuidado al usar cuchillos y tijeras.

  • Esté seguro si va a conducir. Compruebe que pueda sentir por completo los pedales y el volante. Verifique que pueda aplicar suficiente presión en los frenos y que pueda hacer movimientos rápidos con el volante si es necesario.

Colabore con los proveedores de atención médica

No dude en hablar con sus proveedores de atención médica si necesita ayuda. Cuénteles si los síntomas empeoran o si tiene síntomas nuevos. También dígales si le cuesta hacer sus actividades diarias. Lo ayudarán a encontrar formas de controlar la neuropatía periférica para que pueda hacer las cosas que necesita y quiere hacer.

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