Mascotas y enfermedades infecciosas
El cuidado apropiado de su mascota puede evitar que esta se enferme y contagie a todos los habitantes de la casa. Para prevenir el contagio de enfermedades de su mascota, tome las siguientes medidas:
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Mantenga al día las vacunas de su mascota.
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Consulte a un veterinario periódicamente para que le hagan controles de salud.
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Mantenga la limpieza del espacio para dormir y estar de su mascota.
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Ofrézcale una dieta balanceada y acceso a agua potable limpia. No deje que coma alimentos crudos ni que beba agua del inodoro.
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Limpie la arena higiénica de los gatos todos los días. Las mujeres embarazadas no deben tocar la arena de los gatos. Puede contener microbios peligrosos. Dichos microbios pueden provocar enfermedades infecciosas que causan anomalías congénitas (defectos de nacimiento), como la toxoplasmosis.
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Lávese bien las manos después de tocar un animal o de limpiar sus desechos.
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Use un aparato o una bolsa para eliminar las heces de su perro del patio o de las áreas públicas. Deseche las heces en un contenedor adecuado.
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Es muy importante lavarse las manos después de tocar reptiles. Estos animales pueden tener una bacteria llamada salmonela, que puede provocar infección por salmonela (salmonelosis). Esta enfermedad causa diarrea, fiebre y dolor de estómago o cólicos. La mayoría de las personas que tienen salmonela presentan síntomas que duran entre 4 y 7 días, y mejoran sin recibir tratamiento. Pero, en casos más graves, es posible que se necesiten antibióticos y quizás una hospitalización.
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Mantenga a los niños alejados de los lugares donde haya heces de gatos o perros. Esto ayudará a evitar la propagación de nematodos y anquilostomas (dos tipos de parásitos).
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Cubra los areneros para que los gatos no los usen como arena higiénica.
Animales silvestres y enfermedades infecciosas
Los animales silvestres y los insectos pueden ser portadores de enfermedades muy graves. Algunos ejemplos son la rabia, el tétano, la enfermedad de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, el hantavirus y la peste. No deje que su hijo alimente animales silvestres (ardillas, mapaches) ni intente jugar con ellos. Nunca deje a un niño pequeño solo con un animal, ya sea silvestre o doméstico. Las mordeduras o los arañazos de los animales, incluso cuando son leves, se pueden infectar. Pueden propagar bacterias a otras partes del cuerpo. Ya sea si la mordedura proviene de una mascota o de un animal desconocido, los arañazos y las mordeduras pueden propagar enfermedades. Por ejemplo, los arañazos de los gatos (aunque sea de un gato pequeño) pueden tener la enfermedad por arañazo de gato. Es una infección bacteriana. Las mordeduras y los arañazos que cortan la piel tienen todavía más probabilidades de infectarse.
Atención inmediata por mordeduras de animales
Esto es lo que debe hacer:
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Lave la herida con agua limpia y jabón bajo la presión de un grifo. No frote la herida. Esto puede dañar el tejido.
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Si la mordedura o el arañazo sangra, presione la herida con un apósito o una toalla limpia para detener el sangrado.
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Seque la herida y cúbrala con un apósito estéril. No use cinta adhesiva ni suturas adhesivas para unir los bordes de la herida. Esto podría provocar que bacterias dañinas queden atrapadas en la herida.
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Llame a su proveedor de atención médica para pedir asesoramiento sobre cómo informar el ataque. El profesional también puede decidir si se necesita más tratamiento, como antibióticos, un refuerzo de la vacuna antitetánica o la vacuna contra la rabia, si fuera necesario.
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Si es posible, encuentre al animal que causó la herida. Algunos animales deben ser capturados, encerrados y observados de cerca para ver si tienen rabia. No intente capturar al animal usted mismo. En cambio, comuníquese con el encargado del control de animales más cercano o la oficina de control animal de su zona.
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Si no se puede encontrar al animal, si se trata de una especie de alto riesgo o si el ataque del animal no fue provocado, tal vez haya que aplicarle a la víctima una serie de vacunas contra la rabia.
¿Qué es la rabia?
La rabia es una infección viral muy grave de los animales de sangre caliente. Es causada por un virus de la familia Rhabdoviridae. El virus infecta el sistema nervioso central. Una vez que aparecen los síntomas, es prácticamente 100 % letal en los animales.
En América del Norte, la rabia se presenta principalmente en mofetas, mapaches, zorros y murciélagos. En algunas partes, estos animales silvestres infectan a los gatos, los perros y el ganado doméstico. En los EE. UU., es más probable que los gatos contraigan rabia que los perros. En general, la rabia es poco frecuente en roedores pequeños como, por ejemplo, castores, ardillas, ratas, ratones o hámsters. La rabia también es poco frecuente en conejos. En los estados del Atlántico Central, donde están aumentando los casos de rabia en mapaches, las marmotas pueden tener rabia.
¿Cómo se produce la rabia?
El virus de la rabia ingresa al organismo mediante la saliva del animal, ya sea por una mordedura, un corte o un arañazo, o bien a través de las membranas mucosas como el revestimiento de la boca y los ojos. Luego, viaja al sistema nervioso central. Una vez que la infección llega al cerebro, el virus viaja por los nervios del cerebro y se multiplica en distintos órganos.
Las glándulas salivales y los órganos son los más importantes en la propagación de la rabia de un animal a otro. Cuando un animal infectado muerde a otro animal, el virus se transmite a través de la saliva del animal infectado. Los arañazos de los animales con rabia también son peligrosos porque estos animales se lamen las garras.
¿Cuáles son los síntomas de la rabia?
El período de incubación en los humanos desde el momento de la exposición hasta el inicio de la enfermedad puede variar entre semanas y meses. En promedio, el período de incubación es de aproximadamente 2 meses. Estos son los síntomas más frecuentes de la rabia:
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Dolor, hormigueo o entumecimiento alrededor del lugar de la herida
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Fiebre baja
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Dolor de cabeza
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Pérdida del apetito
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Sed intensa, pero que al beber provoca espasmos de garganta dolorosos
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Agitación
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Hiperactividad
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Desorientación, ansiedad, alucinaciones
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Convulsiones
Los síntomas de la rabia pueden ser parecidos a los de otros problemas de salud. Consulte siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico. Busque ayuda de inmediato si piensa que puede haber estado expuesto a la rabia.
Prevención de la rabia
Enséñeles a los niños a nunca acercarse ni tratar de tocar a un animal desconocido. Vacune a sus gatos y perros contra la rabia. Si tiene otro tipo de mascotas, consulte al veterinario si necesita una vacuna contra la rabia. Mantenga a sus mascotas en un patio con cerca o con una correa. Controle que el animal tenga puesta la etiqueta de la vacuna contra la rabia, que debe incluir los antecedentes de vacunas, el nombre de la mascota y su información de contacto. Llame al personal de control animal para informar la presencia de animales extraviados en su vecindario. Es posible que estén enfermos o que no estén vacunados.
Revisor médico: Barry Zingman MD
Revisor médico: L Renee Watson MSN RN
Revisor médico: Raymond Turley Jr PA-C
Última revisión:
12/1/2020
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