Cáncer de cuello uterino: opciones de tratamiento
El cáncer de cuello uterino se puede tratar. El tratamiento puede servir para curar o controlar el cáncer y evitar que se propague. También permite aliviar los síntomas o los problemas que el cáncer esté causando. La cirugía y la radiación son los tratamientos más comunes para el cáncer de cuello uterino.
El tratamiento se hace con un especialista llamado ginecólogo oncólogo. Es un médico con capacitación especializada en tratar los tipos de cáncer de aparato reproductor femenino. Este especialista hablará con usted sobre las opciones de tratamiento que más le convengan.
El plan de tratamiento más adecuado para usted dependerá de factores, como los siguientes:
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El tipo de cáncer de cuello uterino que tiene
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El tamaño del tumor y dónde se encuentra (el estadio del cáncer)
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Edad
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Su estado de salud general
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Si el cáncer se propagó a otras partes del cuerpo
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Si quiere quedar embarazada en el futuro
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Sus preocupaciones y preferencias personales
Preguntas e inquietudes
Es probable que tenga preguntas e inquietudes sobre sus opciones de tratamiento. Quizás quiera saber lo siguiente:
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Cómo se sentirá y qué aspecto tendrá
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Cómo funcionará su cuerpo después del tratamiento
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Si tendrá que cambiar sus actividades normales
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Cómo afectará el tratamiento su vida sexual
El proveedor de atención médica es la persona ideal para responder sus preguntas. Puede explicarle cuáles son las opciones de tratamiento, qué eficacia se prevé que tengan, cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios y cuánto pueden costar.
Además, puede aconsejarle un determinado tratamiento. O bien puede que le ofrezcan más de uno y le pidan que elija. Puede ser difícil tomar esta decisión. Es importante que dedique el tiempo necesario para tomar la decisión correcta en su caso.
Optar por un plan puede llevar algo de tiempo. Hable con el proveedor sobre el tiempo que puede dedicar a pensar en las opciones. También es posible que desee obtener una segunda opinión antes de optar por un plan de tratamiento. Y puede ser de ayuda involucrar a la pareja o cónyuge, a la familia o a los amigos en este proceso.
Tipos de tratamiento
Hay dos tipos principales de tratamientos contra el cáncer:
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Tratamientos localizados. Con estos tratamientos, se eliminan, se destruyen o se controlan las células cancerosas en un lugar determinado del cuerpo. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados.
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Tratamientos sistémicos. Mediante estos tratamientos, se destruyen o se controlan las células cancerosas en todo el cuerpo. La quimioterapia y la terapia dirigida son tratamientos sistémicos.
Es posible que reciba solo un tipo de tratamiento. O puede recibir una combinación de tratamientos. Es más común recibir una combinación de tratamientos.
Tratamientos localizados para el cáncer de cuello uterino
Los tratamientos localizados para el cáncer de cuello uterino incluyen lo siguiente:
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Cirugía. El objetivo de la cirugía es eliminar todo el cáncer de cuello uterino. Se pueden extirpar los ganglios linfáticos pélvicos cercanos y analizarlos para ver si el cáncer se propagó a la zona. Hay varios tipos de cirugía para tratar el cáncer de cuello uterino. El equipo de atención médica puede informarle más sobre la cirugía específica que puede necesitar. La cirugía se suele usar para el cáncer en un estadio inicial, que no se propagó fuera del cuello uterino. En estos casos, la cirugía suele curar el cáncer.
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Radiación. Con este tratamiento, se eliminan las células cancerosas mediante el uso de rayos X de alta energía dirigidos directo al tumor. Con la radioterapia de haz externo, se envían haces de radiación al cuerpo con una máquina grande. Con la radiación interna (braquiterapia), se coloca un material radiactivo dentro del cuerpo. La mayoría de las veces, la radiación se combina con la quimioterapia. Sin embargo, a veces, se usan ambos tipos de radiación juntos y sin quimioterapia.
Tratamientos sistémicos para el cáncer de cuello uterino
Los tratamientos sistémicos para el cáncer de cuello uterino incluyen los siguientes:
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Quimioterapia (quimio). Para este tratamiento, se usan medicamentos potentes que destruyen las células cancerosas. Los medicamentos pasan por la sangre y recorren todo el cuerpo para eliminar las células cancerosas del cuello uterino, así como las que puedan haberse propagado. La quimioterapia no es muy eficaz para el cáncer de cuello uterino cuando se usa sola. La mayoría de las mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de cuello uterino también reciben radiación. Esto se denomina "quimiorradiación". Gracias a la quimio, la radiación funciona mejor.
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Terapia dirigida. Para este tratamiento, se usan medicamentos que se dirigen a determinadas partes de las células cancerosas. Esto permite atacar y destruir las células cancerosas y limitar el nivel de daño a las células sanas. La terapia dirigida suele administrarse junto con la quimioterapia. Se puede usar para tratar el cáncer de cuello uterino que se propagó a otras partes del cuerpo o que reapareció después del tratamiento previo.
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Inmunoterapia (terapia biológica). En este tratamiento se usan medicamentos que permiten al sistema inmunitario encontrar y destruir las células cancerosas. Se puede usar para tratar el cáncer de cuello uterino que se propagó o que reapareció después del tratamiento previo.
Ensayos clínicos de tratamientos nuevos
Los investigadores siempre están investigando nuevas maneras de tratar el cáncer de cuello uterino. Estos métodos nuevos se prueban en ensayos clínicos. Participar en un ensayo clínico puede permitirle obtener un nuevo tipo de tratamiento que podría ofrecer mejores resultados. Antes de comenzar el tratamiento, hable con el proveedor para saber si hay algún ensayo clínico que pueda considerar.
Consulte al proveedor de atención médica
El ginecólogo oncólogo ayuda a elaborar un plan de tratamiento. Al principio, pensar en las opciones de tratamiento puede ser abrumador. Pero la reunión en la que se tomen decisiones respecto del tratamiento será una de las más importantes que tendrá con el proveedor.
Puede llevar tiempo elegir el plan adecuado. Pregúntele al proveedor cuánto tiempo puede tomarse para analizar las opciones disponibles. Aprenda todo lo que pueda. Haga una lista de preguntas y no tenga miedo de preguntar. Piense acerca de los beneficios y los posibles efectos secundarios de cada opción. Es posible que desee obtener una segunda opinión de otro proveedor de atención médica antes de elegir el tratamiento. Y también puede hablar con su familia y con sus amigos.