Síntomas de la demencia

Los síntomas varían según la parte afectada del cerebro y la fase de la enfermedad. Entre los síntomas más comunes, se encuentran los siguientes:

• Pérdida de la memoria, que puede manifestarse como dificultades con indicaciones y tareas conocidas.

• Trastornos del lenguaje, tales como dificultades para articular palabras o comprender lo que dicen otras personas.

• Dificultades para planificar, resolver problemas, organizar, concentrarse y juzgar situaciones. Esto incluye la incapacidad de las personas para reconocer sus propios síntomas.

• Cambios de conducta y personalidad.

El efecto de la demencia en el cerebro

El cerebro controla todas las funciones de la mente y el cuerpo. Algunas partes del cerebro controlan la memoria y el lenguaje. Otras partes se encargan de dirigir el movimiento y la coordinación. En la demencia, las células nerviosas del cerebro se dañan o se destruyen gradualmente. En muchos casos, no se sabe con certeza por qué ocurre esto. Con el tiempo, ciertas partes del cerebro se empiezan a encoger (atrofiar). Esto suele iniciarse en la zona que controla la memoria, el razonamiento y la personalidad. Es posible que otras partes del cerebro no se vean afectadas sino hasta que la enfermedad esté en una fase mucho más avanzada.

Las fases de la demencia

La demencia es una enfermedad progresiva. Esto significa que empeora con el tiempo. Aunque cada persona experimenta sus propios síntomas, la enfermedad tiene tres fases básicas. Cada fase puede durar de meses a años.

• Fase inicial. La persona puede parecer olvidadiza, confundida o presentar cambios de conducta. Pero todavía es capaz de realizar la mayoría de las tareas sin ayuda.

• Fase intermedia. La persona requiere cada vez más ayuda con las tareas cotidianas. Tal vez tenga dificultades para reconocer a sus amigos y familiares, pasee sin rumbo fijo o se extravíe en lugares conocidos. Además, quizás muestre agitación y cambios del estado de ánimo.

• Fase avanzada. La demencia puede provocar graves problemas con la memoria, el juicio y otras facultades. La persona necesita asistencia con, prácticamente, todos los aspectos de la vida cotidiana.

Tratamiento de la demencia

En este momento, no hay ninguna cura para la demencia. Sin embargo, muchas personas pueden vivir cómodamente por mucho tiempo si reciben la atención adecuada. 

• Los medicamentos son una parte fundamental del tratamiento. Algunos tipos pueden ayudar a frenar la progresión de los síntomas, como la pérdida de la memoria. Otros, pueden ayudar a aliviar los problemas de estado de ánimo, comportamiento y sueño. Estos medicamentos funcionan para algunas personas, pero no para todas.

• Las actividades y el ejercicio benefician tanto al cuerpo como a la mente. Incluso pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad. Las actividades sencillas y repetitivas son buenas opciones.

• Las visitas periódicas al proveedor de atención médica ayudan a hacer un seguimiento de los síntomas y del estado de salud en general.

• El ciclo de sueño-vigilia puede confundirse en las personas con demencia. Es posible que funcionen mejor estando despiertos por la noche y durmiendo durante el día.  

• Es importante mantener las interacciones sociales. Educar a los familiares y amigos sobre la demencia. Planificar las situaciones sociales para que no sean estresantes para la persona. Limitar la cantidad de visitantes o la duración de la visita.