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Dolor crónico

¿Qué es el dolor crónico?

El dolor crónico es un dolor que dura más de tres meses. Se trata de un dolor que dura más que el período habitual de recuperación luego de una enfermedad, un accidente o una cirugía. O se trata de un dolor que se produce junto con una afección de salud en curso (crónica), como la artritis. 

El dolor crónico puede aparecer y desaparecer. O puede ser constante. Puede afectar a las personas hasta el punto de que no puedan trabajar, comer adecuadamente, hacer actividad física o disfrutar de la vida.

El dolor crónico es una afección de salud importante que puede y debe ser tratada.

¿Cuáles son las causas del dolor crónico?

El dolor comienza en células nerviosas debajo de la piel y en los órganos por todo el cuerpo. Cuando está enfermo, lesionado o tiene otro tipo de problemas, estas células nerviosas envían mensajes a través de las vías nerviosas a la médula espinal. Esto transmite el mensaje al cerebro.  

El dolor crónico puede tener muchas causas. Puede haber empezado por una enfermedad o una lesión. Puede que se haya recuperado de eso, pero el dolor permaneció. O puede haber una causa continua de dolor, como la artritis o el cáncer. Muchas personas sufren dolor crónico sin tener una lesión o enfermedad anterior.

Muchas afecciones pueden causar dolor crónico. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:

  • Cirugía previa

  • Una vieja lesión

  • Infección

  • Enfermedades, como la diabetes

  • Daño en los nervios

  • Lesión en la espalda

  • Artritis

  • Migraña u otros dolores de cabeza

  • Fibromialgia

  • Cáncer

La depresión y el estrés pueden empeorar los síntomas del dolor crónico. En algunos casos, no se puede determinar la causa del dolor. 

¿Quiénes están en riesgo de tener dolor crónico?

Tiene un mayor riesgo de desarrollar dolor crónico en las siguientes situaciones:

  • Consumo crónico de opioides

  • Edad avanzada

  • Genética

  • Expectativas y emociones negativas, como miedo o preocupaciones sobre el impacto del dolor en su vida

  • Problemas sociales

  • Tratamiento previo relacionado con el dolor que no tuvo éxito

  • Afecciones médicas mentales y del comportamiento

Los antecedentes familiares de dolor crónico también pueden aumentar el riesgo de desarrollar algunos problemas de salud relacionados con el dolor crónico. Entre ellos se encuentran los dolores de cabeza frecuentes, las enfermedades inflamatorias y la fibromialgia.

¿Cuáles son los síntomas del dolor crónico?

Los síntomas del dolor crónico pueden incluir los siguientes:

  • Dolor de leve a intenso que no desaparece como se esperaba

  • Dolor que puede ser descrito como punzante, ardiente, agudo o eléctrico

  • Dolor leve, sensibilidad, tensión o rigidez

El dolor crónico puede afectar prácticamente todos los aspectos de su vida. Puede alterar el sueño, el estado de ánimo, la actividad física y el nivel de energía. Sentirse cansado, deprimido y fuera de forma puede empeorar el dolor y hacer que sea más difícil manejarlo. 

El dolor puede convertirse en un problema de tal magnitud que interfiera en su vida laboral y en sus actividades normales. Es posible que entonces pase por lo que se llama un "ciclo de dolor". Es posible que piense mucho en el dolor, lo que lo hace sentirse deprimido e irritable. Esto suele provocar problemas de sueño (insomnio) y un cansancio extremo (fatiga). Eso lleva a más irritabilidad, depresión y dolor. Este es el ciclo del dolor. El deseo de acabar con el dolor puede hacer que algunas personas dependan de los medicamentos. Puede hacer que otros se sometan a repetidas cirugías o prueben tratamientos cuestionables. A menudo esto puede ser tan duro para la familia como para la persona que padece el dolor. 

¿Cómo se diagnostica el dolor crónico?

El proveedor de atención médica revisará su historia clínica, le hará una exploración física y evaluará su dolor. Le harán preguntas básicas sobre su dolor, como por ejemplo:

  • ¿Dónde se ubica el dolor?

  • ¿Cuánto tiempo hace que lo tiene?

  • ¿Sintió alguna vez un dolor así?

  • ¿El dolor limita sus actividades diarias? ¿Cómo?

  • En una escala del 1 al 10, ¿cuál es la intensidad de su dolor?

  • ¿Es constante o aparece y desaparece?

  • ¿Se desencadena debido a ciertas actividades?

  • ¿Puede hacer algo para aliviar el dolor?

  • ¿Qué otras afecciones tiene o ha superado recientemente?

  • ¿Qué medicamentos toma, incluidos los que son para el dolor?

  • ¿Cuáles son sus metas para tratar el dolor?

  • ¿El dolor afecta su estado de ánimo o le causa ansiedad o depresión?

Según las respuestas a las preguntas y los resultados de la exploración física, es posible que se le realicen una o más pruebas de diagnóstico para ayudar al proveedor a encontrar la causa del dolor. Estas pruebas incluyen lo siguiente:

  • Radiografías. Pueden mostrar problemas óseos, como roturas (fracturas) o artritis.

  • Resonancia magnética. Esta prueba muestra los tejidos blandos y los órganos. Una resonancia magnética también puede mostrar nervios pinzados o comprimidos.

  • Tomografía computarizada. Esta prueba muestra los tejidos blandos y los órganos internos. Puede usarse para detectar muchos tipos de cáncer.

  • Pruebas de conducción nerviosa. Ayudan a los proveedores a identificar las anomalías tanto de los nervios como de los músculos. Se aplica una pequeña descarga eléctrica a un nervio y se mide la señal eléctrica que recorre el nervio.

  • Análisis de sangre. Esto puede dar pistas sobre la causa del dolor. Pueden mostrar signos de inflamación, infección o anomalías en el funcionamiento de un órgano.

¿Cómo se trata el dolor crónico?

El tratamiento puede ayudar a aliviar el dolor crónico. En muchos casos, el dolor puede volverse menos fuerte, presentarse con menos frecuencia e interferir menos con su vida diaria. El dolor crónico se trata con una combinación de medicamentos, terapias y cambios en el estilo de vida. Trabaje estrechamente con el proveedor de atención médica para crear un plan de tratamiento que funcione lo mejor posible en su caso.

Pida al proveedor de atención médica que lo remita a un centro especializado en el manejo del dolor. Estos centros pueden ofrecer las estrategias de manejo del dolor más avanzadas y comprobadas, junto con apoyo emocional y servicios integrales. 

Se pueden recetar varios tipos distintos de medicamentos para el dolor crónico. Trabaje con el proveedor de atención médica para crear un plan de medicamentos que ayude a manejar su dolor. Los medicamentos pueden incluir lo siguiente:

  • Medicamentos de venta libre. Entre ellos se encuentran los medicamentos antinflamatorios no esteroideos, la aspirina, el ibuprofeno o el paracetamol.

  • Inyecciones. Incluyen las inyecciones de esteroides.

  • Analgésicos recetados. Entre ellos se encuentran los opiáceos, que pueden ser necesarios para aliviar el dolor de mayor intensidad que los medicamentos de venta libre. Pero estos medicamentos solo se utilizan para los tipos de dolor más graves. Se puede abusar de estos medicamentos. También pueden tener efectos secundarios desagradables y que podrían ser muy peligrosos.

  • Antidepresivos recetados. Estos medicamentos pueden ayudar a aumentar el suministro de los neurotransmisores producidos naturalmente, la serotonina y la norepinefrina. La serotonina es una parte importante de la vía que controla el dolor en el cerebro.

Otros tipos de tratamiento incluyen: 

  • Fisioterapia. Esto implica diferentes tratamientos, como ejercicios y estiramientos. Estos pueden ayudar a reducir ciertos tipos de dolor crónico.

  • Terapia ocupacional. Esto enseña a realizar las tareas rutinarias de la vida diaria de forma que se pueda reducir el dolor.

  • Tratamientos con frío y calor. Estos pueden reducir la rigidez y el dolor, especialmente con problemas articulares como la artritis.

  • Estimulación eléctrica local. Los pulsos cortos de electricidad en las terminaciones nerviosas bajo la piel alivian el dolor.

  • Otros tratamientos. La meditación, el yoga, la biorretroalimentación, el masaje y la acupuntura también pueden ayudarlo a manejar mejor el dolor crónico.

La consejería lo ayuda a lidiar mejor con el estrés y el dolor. El apoyo emocional y psicológico para el dolor puede incluir:

  • Psicoterapia y terapia grupal

  • Control del estrés

  • Educación en relajación

  • Meditación

  • Hipnosis

Los comportamientos de su estilo de vida pueden ayudar a reducir el dolor crónico. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • Comer sano

  • Comenzar con una rutina de ejercicios

  • Dormir lo suficiente

  • Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol

  • Reducir el sobrepeso

Se puede considerar la cirugía para el dolor crónico. La cirugía puede aliviar el dolor. Pero también puede destruir otras sensaciones. O puede causar un nuevo dolor. El alivio puede no ser permanente y el dolor puede volver a aparecer. Converse sobre las opciones quirúrgicas con el proveedor de atención médica.

¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?

Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:

  • Sus síntomas de dolor empeoran o desarrolla un nuevo dolor

  • Sospecha que puede tener una reacción al medicamento recetado por el proveedor

Información importante sobre el dolor crónico 

  • El dolor crónico es un dolor que dura más de tres meses.

  • El dolor crónico puede aparecer y desaparecer. O puede ser constante.

  • Puede haber empezado por una enfermedad o una lesión anterior. O puede haber una causa continua de dolor, como la artritis o el cáncer.

  • Puede afectar a las personas hasta el punto de que no puedan trabajar, comer adecuadamente, realizar actividad física o disfrutar de la vida.

  • El dolor crónico se trata con una combinación de medicamentos, terapias y cambios en el estilo de vida.

Próximos pasos

Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:

  • Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.

  • En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.

  • Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento indicados.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas, sobre todo después del horario de atención o durante los fines de semana y los días feriados.

Revisor médico: Moe, Jimmy, MD
Revisor médico: Taylor, Wanda, L., RN, PhD
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